A Diana Valencia ser indocumentada nunca la ha detenido para lograr sus sueños: 18 años después de haber emigrado a este país, tiene su propio restaurante, dos Spas y dos talleres de reparación de autos para circular a campo traviesa.

Diana cuenta que mientras tanto a los 17 años se puso a trabajar. “Mi primer trabajo fue como empleada en una tienda de ropa en Los Callejones de Los Ángeles”.

A los 17 años también tuvo a su primer hijo de una relación que no prosperó, y se convirtió en madre soltera. Su hijo tiene en la actualidad 16 años.

A los 23 años abrió una lonchera de tortas; y después se casó y tuvo un segundo hijo, una niña que ahora tiene 10 años. Entonces decidió vender mariscos en el garaje de su casa en el barrio de Watts, al sur de Los Ángeles.

“Empecé con una charolita, y cada vez vendía más y más; y crecí al grado que ya tenía mesas en mi casa”.

“Yo siempre he querido tener un Sport Bar con venta de mariscos, pero al principio me dijeron que no podía vender alcohol, así que empecé por una nevería café ‘fancy’ (lujosa en español.) Cuando conseguí que la ciudad de Downey me diera una licencia para vender alcohol con las comidas; y al ver que nos empezaba a ir muy bien, la nevería pasó a ser el restaurante Le Coco en enero de 2021”.

Le Coco es un restaurante de comida mexicana con decoración francés.

Esta joven inmigrante mexicana recién publicó su libro “Indocumentada Millonaria. De indocumentada a empresaria” para inspirar y guiar a otros indocumentados a lanzarse a abrir sus propios negocios.

“Cuando comencé como empresaria si me daba miedo por la inversión, pero ahora ya con la experiencia me es más fácil”.